domingo, 7 de octubre de 2012

Mi Testamento




Mi Testamento
Juan David Ortiz Q.

Y si hoy fuera mi ultimo suspiro, yo te a testamentaria todas las cosas que han hecho parte de mi vida y que me llenan como sujeto, empezando por lo que siempre has querido mis chancletas y mi computador, son tuyos. 


Te dejo mis recuerdos, mis escritos, mis triunfos, toda mi vida que es un completo fracaso, te dejo muchos recuerdos de muchos lugares hermosos, te dejo el recuerdo de muchos sabores y olores y te dejo los colores mas hermosos de la vida, todos vistos juntos.

Te dejo las mojarras del Simón Bolívar, te regalo las Ocas del parque de los novios y el hipopótamo del Jaime duque, te dejo los arboles de la esperanza con 68 y te dejo los gatos, mis amigos los gatos, para que te sientes con ellos en esa esquina y les hables.

Te dejo la ciudad mas hermosa del mundo para que la visites y te rias de ella a tu antojo, las bucetas plateadas y las amarillas, te dejo los huecos y la primera de mayo completa hasta la 27, es tuya.
Te dejo mis besos, mis manoceadas, mi sexo, mi semen, mi sudor, te lo dejo todo, sé que lo repudias, pero desafortunadamente para ti, es tuyo. 

Te dejo mi inglés, mis niños, para que los cuides, los aconsejes y para que no permitas que sigan diciendo you, te dejo a mis jefes y a mi grupo de niños especiales de la tarde.

Te doy mi alegría, mi sonrisa y mis carcajadas para que seas por siempre inmensamente feliz.

Te dejo a mis amigos, cuidalos, tenles paciencia, comprendelos, aprendelos a conocer y entender mejor, te dejo mi fé y mi amor para que te cuiden por siempre y hoy en éste día mientras mis ojos se cierran…. Te dejo amor.

sábado, 10 de marzo de 2012

Dueles…

Como duele sentirse desierto, aun cuando caminas a mi lado,
Si tan solo supieras lo que es verte y no sentirte,
Y si tan solo te detuvieras un segundo a preguntar que necesito,
No todo en la vida es respirar y ser tú aire.
Como duele tener cientos de palabras de amor
Y no sentir que merezcas escucharlas,
Si tan solo tuvieras un minuto para escuchar lo que quiero decir.
Si tan solo me dijeras lo que pasa por tu mente,
Si hay algo en ti que quisieras contar.
Yo por mi parte te lo diré ahora,
¿Qué necesitas?
¿Te sientes solo?
....

jueves, 14 de julio de 2011

en noches como ésta ...



Camina bajo la lluvia sin permear al agua, la ausencia y la soledad acompañadas de mi amor, se detienen frente mi, en la calle de mis crónicas, en cualquier calle de esta ciudad de miedos, me miran con lastima, me sienten desprecio y cae en muerte sobre la acera el resquicio del amor.

Exhalando la ultima carcajada se encuentra el moribundo aferrado a mis pantalones, no me suelta, no se va, nunca lo hace, me mira con su cara de culpa, juzgando primordialmente mis infidelidades, es la cara del doctor cuando dice yo te amo, cínica, mentirosa, farsante, su cara.

La cara de las playas de Barranquilla, las que alguna vez contemple con lujo, la cara que me hizo soñar el cielo de Curramba la Bella, esa cara y esa playa que cuando me hacían el amor, me obligaban a olvidar el dolor, la sed y el hambre.


Si hombre iluso, se nos murió la sonrisa, se murió como ese amor que me sujeta el pantalón, luciendo su cadáver sin gracia, está muerto como seguramente también lo está Fredy a causa del hambre.

Fueron muchas despedidas hombre iluso, tu árbol de almendros se lleno de otoños supuestamente esperando mis golondrinas, pero nunca creíste en el amor, me mentías cuando en las noches susurrabas gemidos, más idiota mis pueriles oídos que no alcanzaron a percibir que eran carcajadas, como las del destino, como las tuyas, las de la muerte.

En noches como esta, desearía nunca haberte conocido, me enseñaste la fuerza del odio y el dolor del olvido, me enseñaste a ser infiel y desde ahí mis piernas no paran de andar de calle en calle en busca de amor. Me siento solo y sin remedio, siento que ni toda la ciencia puede curar el dolor que causa la herida de un iluso.

Tus oro gramas se dibujan sobre el charco de mentiras, tú no sabes lo que es morir por hambre, parece que la noche tendrá un pronto fin, quizás encuentres el amor y alguien que riegue tu árbol de almendros, pero nadie sabe lo que se siente agonizar por amor, me heriste de muerte y en noches como ésta solo quiero olvidar.

domingo, 5 de diciembre de 2010



Caminando con demencia y mostrando mi mejor cara a las calles, mi mente y mi cuerpo vagan por el mundo como quien busca a Dios, sin ninguna intención de resguardo o compasión, me pierdo en las miradas de quienes habitan la calle, me gusta su paciencia, admiro la manera con la que se toman la vida, sin mayor preocupación, como lo hacen los perros callejeros, ya quisiera yo poder gozar de su inconsciencia e importarme un rábano la mirada de la gente que hoy me asfixia como la mirada misma y justiciera del Divino.

Vencidos algunos de mis miedos, solo me queda por preguntarme ¿qué hacer?, aunque la verdad las opciones son tan pocas y mi imaginación tan nula, que la oscuridad se convierte en mi mejor aliado, debo confesar que me fastidia tener a la apestosa de la Muerte, susurrando mi nombre con su hediondo aliento, siento que como yo se siente sola, no sé si por una leidy o tal vez por la inconsciencia del amistoso afecto de Lee, pero, le hace temer como a mí la noche, lo único cierto es que repentinamente le han dado ganas de caminar a mi lado y no se me despega.

Dentro de quienes me acompañan por la calle está el fracaso, hoy lo veo mejor que de costumbre, quizá cambió su mirada del mundo y solo sueña que como el santo Job la mejor salida es aguardar la misericordia de Dios, y claro debemos dejar de ser hipócritas y aceptar que todos la anhelamos, bueno unos más que otros, pero un par de eternidades a su lado no nos vendría para nada mal, eso le veo al fracaso, una resignación, un nuevo aire. De él no me extraña verlo a mi lado, él siempre gustó de mi compañía, esperó hasta que oficialmente saliera yo del closet para formalizar un matrimonio conmigo, lo he visto tanto tiempo a mi lado, que fue inevitable decirle no. Pero bueno, en todo caso, su compañía me anima y me motiva.

Una vez él intentó enamorarse de Lee, gustó de su mirada, porque una loca hechicera la condenó a ser la mirada del fin de la fantasía, gracias a su hechizo Lee cuenta con los ojos más deseados de Wonderland y Fracaso la siguió, por culpa de él y afortunadamente ella termino con el gnomo, pero desafortunadamente el fin de la fantasía tendrá una mirada triste.

No me había fijado en el olor a culo que impregna las calles, que desperdicio de humanidad, pero bueno a alguien se le ocurrió que era justo tirarlos allá porque no son gente, lo indigno es tener que soportarlos aunque ¿qué nos importa?, no sé que es mas cómodo pisar indigentes o tropezar con cartas parlantes, Alicia sabría que responder en estos casos.

Hace algún tiempo conocí a un doctor especializado en dar besos, ni él sabe el poder curativo de sus terapias, parecía ser que desde la vieja ciencia del médico de guardia del viejo hospital de los muñecos, la humanidad no iba a ver ningún otro buen doctor, hasta que nació él, no sé la verdad si el amor existe, porque mi corazón quedó refundido en la ropa interior de alguien más, pero si es esto que estoy sintiendo estoy enamorado, o bajo el efecto de la anestesia de los abrazos del doctor, pero me encanta saber que existe.

Bueno demasiada lora para una sola caminata, tal vez es hora de tomar el Transmilenio, perdido en las miradas de la no gente, decido obligar a mi mente a que deje de pensar

lunes, 22 de noviembre de 2010

Perdido en WonderLand




Una noche como todas, mientras miro el techo anhelando una sombra justiciera, que por momento se acueste a mi lado y susurre a mis oídos “mañana

todo estará mejor”, veo que de su corcel blanco al mejor estilo de

los sueños de la Barbie se baja un caballero, uno muy particular, él caballero, con unos ojos alargados, casi como los de el águila o el halcón, y una sonrisa que me provoca tranquilidad y ganas de llorar.

Claro que si Alicia, entiendo lo que sentiste cuando asomaste tu cara al pozo, no sé con franqueza que es lo que motiva al hombre a saltar sin miedo en las profundidades de sí mismo, para ver que todo termina siendo dos o tres líneas de polvo blanco o una fuga interminable de semen, que casi al mismo tiempo son los que destrozan la fugacidad de los sueños.
Cuando soñaba con lo que podría llegar a ser la felicidad, me fijaba que tuviera unos ojos como los tuyos, que oliera a lo que huele tu cuello, que su pelo se moviera entre mis dedos como casualmente pasa cuando consiento tu cabeza, soñé con un caballero como tú, de hecho no quería que fuera caballero, me aterraba la idea de que la persona que iba hacer temblar mis piernas de nuevo supiera dos o tres cosas más que yo, pero bueno, todo son devenires, y en la pedagógica, sí que saben eso de venirse, ahora los termino entendiendo, más que nunca entiendo. Quien me roba la calma habla dos o tres idiomas, a ratos sospecho que mas, es exitoso, admirable, calmado, seguro, confiable, huele a lirios en reposo, como cuando la lluvia no los ha estremecido, huele a libertad, huele a él.

Bueno Alicia, esto se ve un poco manejable, sí, veo los tulipanes reposando un poco mas coquetos de lo que tus inocentes y promiscuos ojos solían mostrarlo por las blancas hojas de ese libro, veo al dientón poco sensual del sombrero raro, es más, cada mañana me ofrece mas y mas, me gustaría saber si debo hacerle caso o solo ignorarlo, ayer en la tarde hable con la reina de corazones, está algo preocupada, lo noté en sus ojos, pero es que es algo fastidiosa para mi gusto, aun no sabe si alcohol o la marihuana, pero bueno es compañía reciclable, por lo menos mientras el Doc termina el turno en el hospital y me deja decirle cuanto me gusta y cuanto lo quiero.

Despertar cada mañana ya no es un punto más para la vida, aun no es ganancia para mí tampoco, pero es un empate, es una prueba de que aun no estoy vencido, no sé si es por el sabor del mar que aun se siente en sus labios, o la arena de la playa que siento cuando toco su espalda, o seguramente las brizas de barranquilla cuando me habla cerca muy cerca, en realidad no lo sé, pero sería bueno intentarlo.



Pues que te digo hermoso caballero, llevo un par de semanas vagando por wonder land, y la verdad aunque no me acostumbro a flotar como un descerebrado oyendo los latidos de mi corazón, que enloquecen al son de tu voz, me gustaría probar unos cuantos meses más antes de volver a la cruenta realidad, pero debo confesarte que a escondidas, compre un par de tiquete hacia la eternidad, yo sé que es muy pronto, además la palabra eternidad asusta, además porque siempre está rodeada de sus mejores amigas, vejez y entrega, pero en realidad me gustaría saber si quisieras abordar conmigo…

Juanito…

sábado, 30 de octubre de 2010

...







Parece que por fin de las nubes dejo de caer gotas de lluvia, admito que

aún falta mucho para volver a ver el sol, pero con seguridad no me molesta, sentir la brisa mojada por mis mejillas y saber que no hay riesgo de un nuevo cántaro de impasible lluvia, eso realmente me tranquiliza.

Camino sin prisas y sin rumbos, como siempre en momentos de soledad y congoja, el camino y mis piernas son la única salida, ¡dolor!, claro que se lo que es el dolor, me encantaban tal vez aquellas épocas en las que corría con las rodillas raspadas llorando con real sentimiento, y estando seguro de que no existía un dolor mas grande, pero hoy día me doy cuenta que esas solo eran pequeñas y leves muestras de dolor que lo preparan poco a poco a lo que realmente duele vida.

Solo, con miedo, mojado, sin una moneda de centavo en los bolsillos para comprarle a la vida esos cinco centavos de felicidad, sin rumbo, miro mis manos raspadas y abrazo con fuerza mi cuerpo un tanto magullado por la golpiza del amor. Aunque en realidad no se ¿qué duele más, si el cuerpo o el ego… o el amor?.

Con seguridad un día nuevo me espera, se que por siempre sus besos se quedaran marcados en mi vida o tal vez su sexo descaradamente sonrojara mis mejillas en las noches de insomnio, no puedo negar que si disfrute su compañía, que me hacían sentir vivo sus caricias, pero una vez mas no me importan los pocos momento de felicidad que le pueda robar a la vida si descaradamente ella se va a encargar de cobrármelos con lagrimas. Debo admitir que soporté tal vez por el miedo a la primavera, lo más triste es que en ocasione

s no solo eran primaveras de soledades, además eran veranos, inviernos, incluso otoños, cansado de ver por la ventana como hay quienes aguardan momento de compañía, yo solo espero aquel gran amor que me dejo, y que hoy más que nunca estoy seguro jamás volverá.

Pero que más se puede decir, si en la vida nada esta comprado, ahora estoy convencido que no me importan las malditas primaveras, y que una vez más tendré que acostumbrarme a la grandeza de mi cuarto y a las tarde sin oficio, aprovecharé los rincones de mi casa para llorar como un loco sin que nada me duela, porque hoy me doy cuenta que llorar del dolor es vergonzoso.

Extrañando a Lee, ese es un dolor que no me avergüenza llor

ar, siempre siempre me hará mucha falta, sea que vuelva o no a retomar los caminos que por obligación nos unían, la universidad se ve más grande y el frio de la ciudad fría que siempre anhelaste hoy me enferma, no soporto la cabeza porque tú y yo sabemos que soy un imbécil y necesito la dosis diaria de todo va estar mejor, o al menos ver con tu sonrisa o con tus ojos que mañana ya no lloverá mas.

Entrando a la Basílica del Voto Nacional o del Sagrado Corazón de Jesús en la calle 10, comprendo que la fe es la última de las salidas, aunque con un poco de vergüenza porque no tengo cara para mostrarle a Dios, sabiendo que sí me arrepiento, pero tristemente porque la vida se me salió de las manos, no por mas. Entro con un poco de recelo, pues el olor a

mierda le genera a uno desconfianza, no sé si es hedor del mismísimo infierno que está detrás de quienes allí se refugian, o es a causa de los casi veinte habitantes de la calle que están tirados por el suelo de toda la basílica exhibiendo sus inmundicias, a ver si le logran dar lastima a Dios y él se apiade de ellos.

Como ellos pero un poco más discretos también muestro la porquería de mi vida a Cristo esperanzado que realmente tenga piedad de mi, por lo menos hasta que abran los centros comerciales de San Andresito de San José donde hay gente que puede tenderme la mano y regalarme una limosna mundana para llegar a mi casa, de donde nunca debí salir.

Finalizando mis diligencias y sentado en el Transmilenio, veo por la ventana despojos de calle, ilusiones de gente, mas mierda. Afortunadamente para mí, no dejo de pensar en los besos y en la piel del niño de los ojos bonitos, fue realmente hermoso contemplar de cerca la alegría y sentir entre mis brazos que solo de pronto exista la felicidad, no es a titulo de auto compadecerme, pero es preciso esperar…

Claro que el final de la historia, solo por ésta vez no me asusta, con probar su cuerpo creo me siento un ganador, o puedo estar seguro no perdí o tú qué piensas Fre……

lunes, 23 de agosto de 2010

Miradas




Traicionado por las miradas,
Motivado por la estupidez,
Giro mi cabeza una y otra vez con el fin de mirarle y que me mire,
Lo hago para confirmar si esta hay… si esta para mi… pero no está.

Su concentración en las inútiles estructuras, en los modelos lingüísticos, en sí,
Prefiere perder su mente en bosques talados,
Prefiere privar su mirada en el blanco de los contradictorios,
Prefiere solo no mirarme.

Escurridizas miradas entre sus ganas y las mías,
Fastidiosas palabra, incomodas correcciones,
Que si gramática, que lengua, que si habla,
Solo una lengua que me interesa… la suya…
Solo un enigma que no le atañe… el mío…

Para el fin de la clase, las palabras de rigor,
El saludo, la despedida, la confusión,
Toma mi mano y la aprieta entre la suya,
Le miro… y me mira,
Solo adiós…

Juanito....